martes, abril 13, 2010



El fulgor de tus palabras

Palabras lanzadas al viento
y a la deriva,
para ser acunadas en el rumor de las hojas secas
en un otoño más, bajo el mismo cielo.

Palabras que se caen
y se estrellan contra el piso
como un anillo de cristal y se hacen añicos,
lanzando un fulgor que me cega unos instantes.

Letras entrelazadas entre sí
que no logro decifrar, como idioma secreto,
como la clave de lo que fue y no supe aprender,
como una verdad inapelable.

Entre los destellos de ese anillo caído,
se refleja en cada uno de los fragmentos
tu rostro dolorido,
tus penas más oscuras, de las cuales soy responsable.

Un otoño que promete ser cruel,
con sus hojas secas en danza muda con el viento,
y sus interminables lluvias,
que te mojan el alma y el deseo de ser.

Mientras las palabras se hacen eco eterno
en el muro de mis lamentos,
mis oídos no pueden sino escuchar lo que no escucharon,
triste advertencia de un final anunciado.

El camino se cubre de cristales deshechos,
y mis pies descalzos no pueden más que pisarlos,
para llevar las huellas de mi sangre a donde vaya,
y un día quizás, el camino me traiga devuelta.

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