miércoles, mayo 07, 2008



Una vida amortajada

Un firmamento cercado, un laberinto de vidas,
que se derraman constantes sobre la mesa servida.
Una sombra en la cortina que se desplaza foránea
del bullicio de la calle abarrotada y extraña.

Y en su mente se acopiaban voces usuales... queridas,
impregnadas de silencio, convertidas en calinas.
Un cerco de cieno frío la hundía en su gris plegaria
y se plisaba en mutismo resignando la batalla.

Como la hiedra en el muro que se aferra descansada,
así confinó sus sueños en un claustro de fantasmas.
Su espanto cierra portales con solo idear su intento,
y se sumerge en la bruma del cotidiano tormento.

Una celda revestida de pacífico resguardo,
una inercia consentida con dimitido letargo,
Una sombra entre los trastos, una puerta clausurada,
una carta amarillenta… una vida amortajada.