martes, abril 27, 2010



Cerrando Círculos (Gracias Paulo Cohelo)

El tiempo no se detiene ni se acaba,
el camino se despeja
ante una nueva perspectiva
no sabemos si es bueno o malo, es nuevo.

El círculo se cierra
un capítulo se acaba inexorablemente
pero cada muerte
implica un nuevo nacimiento, inevitable.

Los pasos errantes se encaminan
las miradas perdidas
se reencuentran
en un nuevo círculo que se abre.

Nace la historia nueva,
florece el tiempo en el que las lágrimas
se secan al sol
y el rostro se ofrece gentil al cielo.

Ya no hay noche perpetua,
los ojos se abren lentamente
en un reencuetro místico
que sólo traerá algo mejor.

Cierro mi círculo amor,
abro mi nueva página nuevo amor,
tiendo mi mano al destino
y que el tiempo haga su labor.



Perdón si no puedo mirarte a los ojos,
si no puedo observarte más de dos segundos
sin admirar tu fijgura que alguna vez fue mia.
Perdón si no puedo estar cerca,
si mi tono de voz tiembla al hablarte,
si mis manos sin conciencia te buscan
y mis palabras son las mismas que antes de este adiós.
Perdón si agacho la cabeza si te veo,
y no respondo a tus palabras,
perdón si estoy en cuerpo y no en alma.
Te pido perdón por todo esto y lo que vendrá,
pero hago lo que puedo y no lo que quiero.
Perdón si mis pasos casi sin querer merodean tu casa,
si al hablar con la gente te nombro una y otra vez,
si no puedo dejarte partir.
Perdón por contradecirme todo el tiempo,
por querer decir algo y hacer lo contrario,
perdón por querer resguardar nuestra historia
y repudiarla al mismo tiempo.
Perdón por querer volver a recorrer el camino,
por querer estar ausente y presente todo el tiempo,
por querer irme lejos y no volver jamás,
por querer dejar en blanco lo que fue escrito
con la sangre de un amor que no supo ser.
Perdón por no tener un gris, más que el de mi alma
quiero pedirte perdón por no poder volver a mirarte a los ojos,
pero hoy hago lo que puedo y no lo que quiero,
puedo olvidarte, y quiero amarte.


Cerrar la historia

Me prometí no volver a escribir,
pues las palabras son escritas
con pequeñas gotas de sangre
que brotan de una herida salvaje.

Me prometí no volver a pensar
pues los recuerdos no son más
que imágenes recurrentes
de la ausencia más notoria.

Me prometí no volver a hablar,
porque lo que tengo para decir
no tieneoídos que lo recepcionen
y el eco retumba en el alma vacía.

Me prometí no volver a llorar,
poruqe mis lágrimas estallan
contra el suelo y sus esquirlas
perforan la piel gastada por el viento.

Me prometí no volverte a amar,
pues tus brazos hoy abrazan otro corazón,
y tus manos ya no me buscan
como esa noche fría de julio.

Me prometí olvidarte y cerrar la historia,
pues es la única forma de sanar la herida
abierta hace tanto tiempo,
me prometí voler a empezar.


La vida, el amor.

La vida no se acaba ahora,
simplemente el amor ha muerto,
o lo he matado, que más da?
si ya no lo tengo.

La vida no acaba en este dolor
sólo que el amor se ha ido
y cobija tu nido el vuelo rapaz
de oro pájaro, de otras alas.

No se acaba la vida,
se termina la inmensa dicha de amarte
no se acaba la vida
¿Pero acaso amar no es vivir?

Mi mente perturbada sólo reproduce
imágenes inconclusas,
fragmentos en los que tu vida sigue
pero sin mi.

El pensar en otras cosas es una utopía
el respirar sino por tu boca razón para morir
bajo la guardia y me dejo golpear
por la vida, por el presente gris.

La vida no acaba ahora,
acabó con la última vez que hicimos el amor,
como triste final esperado,
como daga que desangra mis venas.