
Es preciso
que debajo de la luz , sobre
la sombra , en el árbol
de otoño que pinta los caminos, atrás
de los sueños , delante del abismo y sobre
las aguas, es preciso nacer y morir
cien veces cien para tocar los extremos.
En la ultima sinfonía ancestral
con la palabra que viene de la aurora : esa
dama fiel y luminosa
en el silencio atrapado por el
canto de los Dioses de otras eras
y todos los tiempos.
Matchornicova
Septiembre, 2009
Austria
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