viernes, septiembre 12, 2008



Mirada

Encubre en mutismos la ira y el llanto,
la fe, la confianza… y los desencantos.
Enuncian sus ojos su verdad y misterio
como los vitrales que rodean un templo.

Su mirada evade abrirse hasta el alma,
y esquiva entre voces sus intensas causas.
Frecuencia sensible de tonos variados,
erario perpetuo… como un relicario.

Guardan los atisbos esencias del tiempo,
cual caleidoscopio de los sentimientos.

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